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+# Conmutatividad
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+## 1.
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+Era tarde y el bar de la planta estaba prácticamente vacío. El barman limpiaba vasos tranquilamente mientras un par de grupillos hablaba distendidamente.
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+Un tipo corpulento entró de repente con demasiados ánimos para un ambiente tan apaciguado. Buscaba alguien con quien hablar y le tocó a un hombre mayor- según el identificador de su mono, un tal J. SMITH. El otro, R. WAGNER tampoco reparó mucho en detalles; se sentó casi sin mirarle y empezó a hablarle.
+
+Si le hubiese mirado, habría visto una cara cansada; toda personalidad había sido erosionada por el trabajo en la mina. Los ojos daban una inquietante sensación de vacío. Quizá no se hubiera sentado si le hubiese observado detenidamente.
+
+-¿Menuda cosa esta, eh? Picas piedra en la mina un tiempo y te dejan hacer lo que quieras. ¿Quieres meterte lo que sea? Un par de añitos y andando. La leche.
+
+El tratado Koslov. La radioactividad de la maldita luna habia subido tanto y estaban tan alejados de cualquier base que no había otra. A trabajar la mina a destajo y tirar el material radioactivo al espacio o todos con tumores como balones de fútbol en pocos años. Pero claro, nadie quería dejarse la salud y la vida en los túneles.
+
+Primero enrolaron a los presos, pero no había suficientes. Entonces el gobernador Koslov tuvo la brillante idea de que si los condenados podían conmutar sus penas por trabajo en la mina tras el delito... ¿por qué no conmutar antes de delinquir? Quizás habría gente que trabajaría por poder cometer un delito impunemente. Así pues, se retoca un poco el código penal, se endurecen las penas un poco y ya tienes mineros. Un éxito total.
+
+-Tío, cuando cumpla mi tiempo aquí me voy a meter de todo y voy a hacer lo que me dé la gana. ¡Y me darán una palmadita en la espalda!
+
+El viejo miró el cartel detrás de la barra.
+
+ROBO CON VIOLENCIA …................. 3 años
+
+-¿Tú qué vas a hacer, viejo? ¿Follarte a una jovencita?
+
+El viejo le clavo la mirada unos instantes y el otro aparto los ojos un poco de inmediato.
+
+-¿Cuántos años llevas aquí, viejo?- dijo más cuidadosamente
+
+-45 años
+
+Leyó otra línea, se la sabía casi de memoria ya
+
+AGRESIÓN CON DAÑOS CORPORALES GRAVES ….......... 15 años
+
+-Joder- musitó
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+El hombre grande se giró y leyó lentamente la tabla
+
+HOMICIDIO EN PRIMER GRADO ….............. 45 años
+
+-Joder, ¿qué vas a hacer?
+
+-No lo he pensado
+
+## 2.
+
+-¿Te has enterado de lo del tío que se encontraron muerto anoche en su habitación?
+
+-¿Qué tío?
+
+-¿John Smith, no te suena?
+
+Los dos guardias miraban las cámaras de seguridad mientras charlaban
+
+-Llevaba 45 años picando piedra. Coge, hace el papeleo para conmutar y la palma de viejo esa misma noche. Ataque al corazón, dicen.
+
+-Menudo palo
+
+-Sí, tío. Pero no sabes lo mejor. El tío no quería conmutar para él. Quería sacar a otro de la cárcel.
+
+-¿Y eso?
+
+-Nadie lo sabe. Hasta hizo el papeleo. El otro saldrá, pero ni podrá darle las gracias.
+
+-Joder. Te pasas 45 años ahí abajo, te dejas tu vida ahí... y no puedes ver lo que te has trabajado. Vaya mierda. Al menos el otro saldrá.
+
+## 3.
+
+-El jurado condena a Wolfgang Kauffman a cadena perpetua por el asesinato del pequeño Sebastian Smith, con los agravantes de indefensión y ensañamiento. Cumplirá su condena en el penal de máxima seguridad de Weinholtz.
+
+Jacob Smith no cambió el gesto en ningún momento del juicio. El pequeño Sebastian ya no estaba y para él, su vida estaba rota. Ni siquiera podía tocar a Wolfgang, ni mucho menos tomarse la venganza que tanto deseaba y que le hacía arder las entrañas.
+
+Wolfgang era intocable, al menos de momento, y eso le estaba matando lentamente.
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+# Cuentos del Triángulo Verde
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+## 1.
+
+Nadie recordaba ya nada de la antigua civilización, pero Grub estaba bastante seguro de que el templo de suministros había sido uno de sus pilares. Entre polvo y escombros, el templo se alzaba majestuoso desafiando al sol y a las tormentas de arena.
+
+Su tribu anhelaba los extraños artefactos que atesoraba, pero muchos de sus guerreros habían sido diezmados intentando asaltarlo o interceptando los convoys fuertemente armados que lo abastecían periódicamente.
+
+Recordaba el salvoconducto que había encontrado su abuelo cuando Grub era apenas un cachorro. El esqueleto se aferraba a su posesión más valiosa, pero apenas un tirón bastó para arrancarle el pequeño rectángulo plastificado. Casi no pudo contener la emoción cuando su abuelo se lo enseñó al guardia y éste les invitó a entrar.
+
+No sabían qué magia iluminaba el lugar, ni qué extraña fuerza impulsaba las vías a las plantas superiores, ni de dónde salía ese frescor que al principio te hacía olvidar el infierno exterior, pero que luego te helaba hasta los huesos.
+
+Pasaron varias horas recogiendo tesoros, que los propios guardias les colocaban en alforjas de plástico simplemente presentando el salvoconducto.
+
+El día acabó cuando un guardia se quedó con el salvoconducto a cambio del último artefacto y les escoltó hacia la puerta, pero fue una jornada gloriosa de la cual seguían hablando cada noche al caer el sol, aunque ni siquiera eran capaces de comprender su botín.
+
+Esos borrosos recuerdos emergían en la mente de Grub mientras se dirigía al templo. Como explorador, le correspondía introducirse e interpretar los auspicios regularmente. Esto era más complicado de lo que parecía e infinitamente más peligroso. Habían descubierto que la actitud exacta, con un preciso equilibrio de interés y desinterés, podía mantener a los guardias a raya. Si no mirabas lo suficiente, te conducían a empujones hasta la entrada. Pero si demostrabas mucho interés por un artefacto, tu destino era mucho peor. El guardia se acercaba y entablaba conversación. Nadie conocía el lenguaje ni las encantaciones apropiadas, sólo arrodillarse y ofrecerles un salvoconducto los apaciguaba. Nunca descubrieron qué hacían con los cadáveres.
+
+Grub deambulaba entre las estanterías. De vez en cuando añadía su toque personal, cogía algo y hacía ver que interpretaba sus escrituras, mientras controlaba al guardia por el rabillo del ojo. Esto parecía satisfacerles.
+
+Las miradas de los guardias eran cada vez más insistentes y cuando Grub estaba a punto de dar por concluida su incursión, lo vio. Cayó de rodillas donde se encontraba. Su padre le había enseñado a interpretar los cuatro auspicios, igual que su padre antes que él, y aquel era el peor de todos.
+
+El árbol de frutos redondos y brillantes, el hombre de rojo y los abrigos de animales.
+
+En dos o tres lunas nuevas, llegaría el frío y la desolación. Su abuelo le había explicado cómo el anterior invierno prácticamente acabó con ellos. Grub escuchó una voz, pero no supo interpretarla. Sus sollozos acabaron de ahogar la locución mística y la tétrica melodía.
+
+«Ya es Navidad en El Corte Inglés.»
+
+## 2.
+
+—No lo queremos.
+
+—¿Cómo?
+
+—Que no lo queremos.
+
+El robot se encogió de hombros. No era algo habitual, pero esto había excedido su programación.
+
+—Tendrán que hablar con mi supervisor.
+
+Eva y Lucas se acomodaron en sus asientos.
+
+—De acuerdo.
+
+El robot se levantó, dio la vuelta, se dirigió al hombre del despacho y le explicó todo. Antes de salir a hablar con ellos, el supervisor convirtió su cara de sorpresa en su mejor sonrisa.
+
+—Buenos días. RA21 me ha comentado su caso y creo que no le he entendido del todo bien.
+
+—Que queremos devolverlo.
+
+—Ya —enterró la vista en los papeles que había en la mesa—. Pero veo que no tiene ningún problema, ningún defecto de fábrica.
+
+—Eso es técnicamente cierto, desde luego —dijo ella.
+
+—Pero queremos devolverlo —dijo él.
+
+—No lo comprendo.
+
+—No forma parte de su… ¿política?
+
+—Sé lo que quieren decir, pero esto es del todo irregular. Cubrimos los defectos de fabricación, pero…
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+—Pero es que no nos gusta. Es un… pesado.
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+—Y un cabroncete.
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+—¿Cómo? —A pesar de su amplia experiencia, no pudo evitar la sorpresa. Se recompuso rápido.
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+—Mire, al principio éramos comprensivos. No nos dejaba dormir, pero… pensábamos que era normal. Pero iba pasando el tiempo y no mejoraba.
+
+—Lo que mi mujer quiere decir… pues sí, crecía con normalidad, dentro de lo esperado. Pero…
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+—Es un gamberro. Y no para de tocarnos las narices.
+
+El supervisor, bajo una mueca de atención absoluta, no daba crédito. En un mundo saturado de contaminación, la tecnología que los chicos del supermercado habían inventado no sólo producía unos filetes excelentes, sino que resultó ser la mejor manera de tener hijos sanos y perfectos, completamente libres de la plaga de las mutaciones. Buscando atender todas las necesidades de sus clientes, abrieron el departamento de reproducción asistida hacía apenas seis años.
+
+—Pero todo esto son criterios subjetivos. El niño no presenta ninguna mutación. Su ADN es —Alzó los papeles y les enseñó los marcadores— completamente armonioso. El fenotipo... admitirán que el parecido es notable.
+
+—Sí, pero el crío es un maldito caprichoso e insoportable.
+
+—Debe disculparla, ayer volvieron a expulsarle del centro educativo. Es que no hay manera.
+
+—Mire, nos da igual el dinero. Sólo queremos que… que se lo queden. Ustedes siempre insisten en eso, ¿no?
+
+El supervisor suspiró sonoramente. «La política que ha sobrevivido una guerra nuclear», pensó. Entonó la letanía con resignación.
+
+«Si no quedan satisfechos, les devolvemos su dinero.»
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+## 3.
+
+Se sentó delante del ordenador. Era un tipo bajito, algo barrigón y bastante calvo. Sudaba.
+
+Abrió el navegador e introdujo la dirección.
+
+«Instalando el plugin Mindterest 3.5 para una perfecta experiencia de compra», decía la pantalla, mientras el hipnótico círculo giraba en su danza infinita.
+
+Golpeteó nerviosamente el ratón.
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+La página cargó, con el habitual listado de categorías. Vio la muchacha tridimensional en la parte derecha de la pantalla. «Haga clic aquí si desea saber más sobre su nueva experiencia de compra.» Era bastante atractiva, pensó, y le echaba una mirada inquisitiva. Sonrió levemente.
+
+«Me temo que no ofrecemos ese tipo de servicios.» Había desaprobación en ese cuadro de texto.
+
+Enrojeció levemente. Clic, clic, cancelar.
+
+«En nuestra sección de psicología encontrará títulos como ‘Superar el ridículo’ y ‘Conteniendo sus deseos’, haga clic en los títulos para más información.»
+
+Una gota de sudor recorrió su frente. Clic, clic, cancelar.
+
+Se echó una ojeada rápida, avergonzado.
+
+«El departamento de alimentación tiene una amplia selección de comida dietética preparada por nuestros especialistas en nutrición.”
+
+CLIC, CLIC…
+
+«... programas de ejercicios...», los popups emergían más rápido de lo que podía cerrarlos.
+
+¡CANCELAR!
+
+Joder con el plugin, era peor que el Flash de los antepasados. Su vida era una mierda, pero no necesitaba que un avatar impoluto se lo recordase.
+
+«Quizás podrían interesarle nuestros nuevos servicios de psicología, haga clic aquí para obtener detalles.»
+
+Alzó una ceja. En aquel momento tampoco le pareció tan mala idea. Quizás le haría bien.
+
+Clic, clic.
+
+La página cargó lentamente. Sin pensarlo, se desplazó hasta la parte inferior para ver los precios. «Puf, prohibitivos», pensó, y vio su desilusión reflejada en la pantalla.
+
+«En el supermercado encontrará una promoción 3x2 en cuchillas de afeitar. Bueno, en realidad sólo necesitará una…»
+
+Reparó con resignación en el eslogan en el pie de la página y se quedó mirando al infinito.
+
+«Especialistas en ti.»
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+# El príncipe, el rey y el verdadero mal
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+No paraba de darle vueltas en su cabeza. Faltaban tres días y él, del que se decía que tenía recursos para todo, aún no lo había conseguido. Su gato le observaba aburrido desde lo alto del armario, sus ojos brillantes como carbones al rojo. No le quedaba otra, iría mañana mismo y sellaría el trato.
+
+Se despertó por la mañana tras sueños angustiosos. Su gato seguía dormido a sus pies. Tras sus rituales matutinos y enfundarse en sus mejores galas, salió al mundo exterior.
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+Después de un corto trayecto de metro, salió a la calle. En la distancia, el gigante de cristal y hormigón se alzaba sobre otros edificios de menor importancia. Un poco más de curvatura en esos enormes ventanales y la convección convertiría el interior en una enorme caldera. Deformación profesional, pensó, y una pícara sonrisa se le dibujó en los labios.
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+Al entrar, la fastuosa decoración marmórea le recordó a sus propias oficinas. En el centro, Laocoonte y sus hijos, una de sus esculturas favoritas. Siempre pensaba en las almas atrapadas para toda la eternidad en la piedra, forcejeando inmóviles sin poder separarse de sus enemigos. De repente, se dio cuenta que la cola había crecido y se apresuró a ponerse al final.
+
+En la cola, los problemas de los mortales eran los de siempre. Desde los romanos y la sal, muchos de ellos se habían vuelto simples guarismos y le aburrían. Otros se ocupaban de torturar a las almas por cifras.
+
+Estos pensamientos entretuvieron su mente hasta que alcanzó la caja. Recorrió con su mirada a la cajera y un escalofrío la recorrió a ella.
+
+—Deseo hablar con Emilio.
+
+—Me temo que no atiende visitas, pero créame, podré atenderle en lo que usted necesite.
+
+Se lo explicó. Se lo explicó de nuevo.
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+—Sí, espere un momento. Le avisaré y le atenderá enseguida.
+
+Esperó un poco más. Siempre esperar. Ellos, con sus vidas cortas, no parecían entender el drama de las pérdidas de tiempo. Tenía un círculo especial para los impuntuales y demás escoria.
+
+Finalmente, le condujeron a lo largo de infinidad de pasillos hasta las entrañas de la criatura. Entró y allí estaba, diminuto y perdido en su gran silla. Cabe decir que no era un despacho particularmente grande ni ostentoso, pero había pequeñas muestras de poder por todas partes. También había un desorden que le hería en lo más profundo. Él llevaba sus asuntos como un reloj, el caos no tenía lugar en los negocios.
+
+Finalmente el hombrecillo alzó la vista de los papeles.
+
+—Pues mire, cuando mi padre me legó el banco y por extensión esta oficina, se sentó conmigo y me enseñó esos contratos.
+
+Se dirigió a uno de los armarios de su oficina, se subió a un taburete y cogió una carpeta que había encima. La sacudió un poco para quitarle el polvo y la llevó a la mesa.
+
+—Yo pensaba que era una especie de broma, una tradición gótica de banqueros. Cuando mi padre murió los cogí y los volví a leer, pasé una tarde muy amena.
+
+Un cordel deshilachado aprisionaba el papel amarillento. Tuvo ciertas dificultades con el nudo, pero al final los documentos quedaron libres.
+
+—¡Ah! Éste es.
+
+Lo colocó ante él.
+
+—Verá que es un contrato bastante estándar, a pesar de la temática. Las cláusulas son un tanto arcaicas, pero sospecho que no serán problema para usted.
+
+Una pequeña funda rígida cilíndrica dentro de su abrigo contenía sus gafas, que pronto reposaron sobre su nariz aguileña. Las bifocales le hacían parecer mucho más viejo.
+
+—Creo que está todo en orden.
+
+Armado con una pluma ornamentada con sutiles incrustaciones de rubí, se enfrentó al blanco. Bajo el epígrafe “objeto del trueque” rasgó delicadamente “Entradas para el partido Foot-Ball Club Barcelona, Madrid Football Club que se disputará el domingo 14 de abril de 2013 en el estadio Nuevo Chamartín en la Avenida de la Concha Espina 1, Madrid, España”.
+
+—Pues ahora nos quedaría la firma.
+
+Se diría que el cielo ennegreció justo cuando se puso firme en el centro del despacho.
+
+—Yo, Lucifer, Padre de la Mentira, Dios de Este Siglo y Príncipe de las Tinieblas, declaro que, en plena posesión de mis facultades mentales, canjeo mi alma inmortal con Banco Martínez y Asociados, por una entrada a un partido de fútbol, y para que conste, firmo con mi sangre este contrato.
+
+Un abrecartas del escritorio le sirvió para realizar una pequeña punción en su dedo índice. Un par de ágiles movimientos y el líquido rojo oscuro hirvió sobre el papel, dejando escrito su nombre con impecable caligrafía.
+
+El director notó el temblor de su mano al tomar el contrato. Lo examinó cuidadosamente e imprimió su sello. No sin cierta ceremonia, lo archivó como si fuese un bebé en una brillante funda roja carmesí.
+
+—Todo en orden, si viene usted mañana y se identifica con el DNI, cualquiera de nuestros cajeros podrá entregarle las localidades.
+
+--------------
+
+Un jugador del Barça hizo una rápida internada por la banda derecha driblando a un defensa. El líbero acudió a cubrir la marca con velocidad, pero le alcanzó en falta justo en el borde del área. Cien mil voces desgarradas alzaban su voz ante la peor de las injusticias.
+
+Un rostro inexpresivo contemplaba el espectáculo. Sus ojos recorrían ausentes la arena de los gladiadores, ahora incapaces de encontrar lo que buscaban. Finalmente, desistió. Extrajo el estilizadísimo móvil de las profundidades de su abrigo y se dejó hipnotizar por las luces de un jueguecito endiablado.
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+Fred se sentó en la cómoda butaca con sus palomitas. Una ligera brisa le cosquilleaba la nuca mientras se acomodaba y colocaba todo en su sitio. Al poco, se apagaron las luces y una sonrisa apareció en su cara.
+
+POR FAVOR, FIJE LA VISTA EN EL PUNTO BLANCO EN EL CENTRO DE LA PANTALLA
+
+PROCEDEREMOS A BORRAR SUS RECUERDOS DE LA PELÍCULA EN 10 SEGUNDOS PARA QUE LA PUEDA DISFRUTAR DE NUEVO
+
+SI NOTA MAREO O SOMNOLENCIA, POR FAVOR, PULSE EL BOTÓN ROJO EN EL REPOSABRAZOS
+
+Era 2127, y el borrado selectivo de recuerdos había resucitado la industria del cine. Ante la crisis de ideas y la sensación de que todo había sido rodado ya, a un productor se le ocurrió utilizar un curioso avance de neurociencia- inútil para el público en general y para el que sólo se habían encontrado usos oscuros- para permitir que a la gente no le importase la falta de originalidad del cine. Podían ver la misma película repetidamente y cada vez la disfrutaban como la primera vez.
+
+Pese a las reticencias iniciales, el público comprendió rápidamente que era mejor esto que ver la enésima secuela que conservar su cerebelo intacto.
+
+La estrategia tuvo tanto éxito que en breve, cesó la producción de cine nuevo. Años más tarde, incluso, se comprobó que los cines del mundo apenas daban un centenar de películas diferentes- y curiosamente aquellas cuyos derechos de exhibición habían caducado hace tiempo.
+
+Fred se relajó. Los Caballeros de la Mesa Cuadrada. Si no le fallaban las cuentas, ya la había visto 137 veces. Y siempre acababa con dolor en la barriga de tanto reír. Se echó atrás y se dispuso para las carcajadas.
+
+# 2.
+
+Fred estaba perplejo. Tenía una mueca inexpresiva en la cara, mientras la gente alrededor aún reía o, como mínimo, tenía una expresión risueña y felicidad.
+
+Pero él no se había reído.
+
+Nada.
+
+¿Cómo podía ser? Recordaba haberse reído las 136 veces anteriores. Era una de sus favoritas. Era infalible en quitarle sus preocupaciones.
+
+Fred se incorporó. La verdad es que estaba un poco cabreado. Se dirigió a la taquilla mientras la gente comentaba la jugada a su alrededor.
+
+-No me he reído
+
+-Bueno, -respondió la muchacha distraída- no hace reír a todo el mundo, ya...
+
+-¡Pero la he visto muchas veces!- le interrumpió
+
+-¿Cómo?
+
+-Siempre me hace gracia. Es la mejor comedia que hay. La he visto mil veces
+
+La muchacha se le quedó mirando. Parece que esto no entraba en su guión.
+
+-Lo lamento señor, pero no puedo hacer nada
+
+-¡Devuélvame mi dinero!
+
+-No puede ser. Nadie se ha quejado de la proyección, ni del borrado, ni... nada, en realidad
+
+-¡Pero no me ha gustado!
+
+-Me temo que nunca se ha devuelto el precio de una entrada porque la película no ha gustado. Además, a todo el mundo le gustan los Monty Python...
+
+Fred se indigno. Quería decir algo- y abrió la boca para decirlo, pero no supo qué decir.
+
+-Si quiere puede presentar una reclamación
+
+-Da igual. Muchas gracias, señorita.
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+# Lucifer Martínez
+
+Como casi cada tarde, Lucifer Martínez apagó su ordenador a las 18:00, se despidió de sus compañeros de trabajo y caminó el corto trecho hasta la estación de tren de Móstoles.
+
+El tren no estaba exageradamente lleno y pudo coger sitio con ventanilla, su favorito. Apoyo la cabeza en el cristal y dejó que su mente divagase. El negocio iba bien, viento en popa, casi demasiado bien se decía. Había cancelado la campaña de regalar el nuevo iPhone a cambio de tu alma inmortal. Era demasiado fácil, pensaba. En esta época, su trabajo carecía de creatividad, de emoción. Antes los hombres eran de otra manera.
+
+La gente de la oficina le apreciaba. Era un buen jefe. No como Dios. Lucifer no entendía como había llegado tan lejos. Con la coña de que había que dejar que el rebaño se pastorease solo, pasaba de todo. Él había entrevistado personalmente a todos sus empleados y lo sabía todo sobre ellos (deformación profesional). Con el Todopoderoso todo eran cuadros intermedios, burocracia infinita… como todas las grandes empresas, al final nadie daba un palo al agua, pero daba igual, la inercia llevaba a la empresa adelante.
+
+[...]
+
+Dejó el abrigo en el colgador.
+
+-¿Cariño, ya estás aquí? Espera que salgo…
+
+Una mujer espectacular salió del baño. Su larga melena empapada no osaba cubrir sus más que generosos atributos. Cualquier hombre hubiese traicionado a su patria por esas piernas gloriosas.
+
+-¡Mamá! ¿No podrías tener un poco de pudor de cuando en cuando?
+
+-Joder, hijo, siempre igual. Parece mentira que siendo quien eres sigas con estas pamplinas puritanas.
+
+-¡Pero es que no puedes ir en pelotas por casa siempre, por Dios! Las madres normales no van por ahí enseñando las domingas a sus hijos.
+
+-Mira, hablando de eso. Mi profe de Zumba va a venir a casa- miró el reloj- en 10 minutos. ¿No podrías irte a dar una vuelta?
+
+Lucifer frunció el ceño. Siempre igual. Cogió el abrigo muy lentamente y se dirigió a la puerta.
+
+-¡No te pongas así, hombre! Por cierto, te he dejado un tupper en la nevera para mañana, no te olvides de cogerlo.
+
+Refunfuñó algo y cerró la puerta. Al salir del ascensor se topó con el que sospechaba era el profe de Zumba. Era enorme y llevaba una enorme sonrisa de oreja a oreja. Lucifer agachó la cabeza e intentó mantener todas esas imágenes de su madre con ese maromo de la cabeza, sin demasiado éxito.
+
+Se metió en el bar de la esquina. Allí se sentía cómodo, y dados los hábitos de su madre, pasaba allí casi tanto tiempo como en su casa. Sabía que tenía que buscarse otro sitio, pero tal como están los pisos, tampoco podía permitirse muchas maravillas.
+
+-Hombre, Luci… ¿una cervecita?
+
+-Claro que sí, Paco, muchas gracias.
+
+El dueño era un tipo majo. Llevaba ahí cuarenta años y sabía perfectamente cómo tratar a su clientela. En este caso, sabía que no tenía que hablarle de su santa madre.
+
+[...]
+
+Se había tomado un par de cervecitas más de las que tocaba y seguramente hubiese tenido que irse para casa, pero no quería arriesgarse a que el profesor de Zumba siguiese allí. Seguramente les hubiese oído nada más salir del ascensor, pero eso ya era demasiado para él.
+
+Se puso andar. La cerveza le estaba llevando a una fase eufórica y sus pasos tenían cada vez más energía. Sabía que no tenía que ir allí, pero en su alterado estado mental, tenía ganas de juerga.
+
+Era una caminata de lo menos veinte minutos, hacía la zona buena. Al llegar, miró al séptimo piso. Había luz y parecía haber una fiesta. Se puso a gritar.
+
+-¡¡¡Ehhhh, Todopoderoooosooooo!!!
+
+-¡¡Baja a hablar con tu colegaaaaaa!!
+
+Estuvo así un rato, sin obtener resultado alguno.
+
+-¡¡¡Capulloooooo!!! ¡Montando una fiesta de Navidad! ¡¡¡Que crucificaron a tu hijooooooo!!!
+
+Se abrió una ventana. Le pareció ver a alguien encogerse de hombro y volver a meterse. Se sentó en un bordillo.
+
+Al cabo de un rato, bajó y se sentó a su lado.
+
+-Feliz navidad
+
+-Sí tíiio, feliz navidad
+
+-¿Qué te trae por aquí? No me lo digas- se apartó un poco para evitar el hálito alcohólico.
+
+-¿Por qué tío? ¿Por qué eres así?
+
+-A mi qué me cuentas. Yo soy como soy.
+
+-Eres un mierdas. Tú lo arreglas todo siempre así. Este es mi garito y me meo dentro si me apetece. Pues lo tienes hecho una mierda.- se le envidriaron un poco los ojos
+
+-Venga hombre, es Navidad. Súbete. Hay cordero asado.
+
+Le pasó la mano por el hombro. Joder, siempre le funcionaba ese truco. Lucifer le miró a los ojos y rompió a llorar.
+
+-Venga, venga. No pasa nada. Tú también eres como eres. Y no hay nada que te guste más que el cordero asado. Te irá bien.
+
+Le ayudó a levantarse y desaparecieron por el umbral de la puerta.
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+Maldito clip
+
+En una habitación de joven, a oscuras, EL JOVEN BILL GATES teclea furiosamente. De repente, se detiene y contempla extasiado el monitor.
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¡Madre! ¡Madre! ¡Venga aquí, lo he inventado!
+
+MADRE DE BILL GATES
+
+¿Qué quieres, hijo? Son las tres de la mañana… ¿Qué has inventado esta vez?
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¡El corrector perfecto! Madre, usted podrá teclear cualquier frase, con los peores errores de sintaxis y los más graves gazapos y el ordenador le replicará con sus pecados corregidos.
+
+MADRE DE BILL GATES
+
+Pero hijo, ¡eso es una abominación! Las madres estamos para corregir los errores de nuestros hijos. ¿Qué haremos si nos quitas eso?
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+Madre, ¡es el progreso! Todos podrán expresarse sin que el listillo de turno les corrija a cada frase...
+
+MADRE DE BILL GATES
+
+¡Ni progreso ni progresa! A la cama y borra ese programa del demonio.
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¡Pero madre!
+
+MADRE DE BILL GATES
+
+¡No me repliques! Y a ver si dedicas tu tiempo a cosas de provecho en vez de a esas tonterías.
+
+El joven Bill Gates se dirige refunfuñando a su cama, enojado. Una vez acostado, una explosión de luz y humo inunda su cuarto. Un extraño hombre barbudo con una túnica estampada de ceros y unos se planta en medio de la estancia.
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¿Quién anda ahí?
+
+EL DIOS DE LA COMPUTACIÓN
+
+¡Bill! ¡Bill! ¡Has osado violar la ley de Turing de lo computable y lo indecidible!
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¡Pero si yo sólo he escrito un corrector ortográfico! Además, ¿no llega usted un poco tarde?
+
+EL DIOS DE LA COMPUTACIÓN
+
+¡Ni pero ni peras! Además, en esta época los módems van a 300 baudios y ha tardado mucho en llegarme lo tuyo. Te salvas de que te enseñe el futuro desastroso que traería tu creación, que vamos justos de extensión y tu madre te ha dado lo suyo. Además, esto no es Dickens.
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¡Gracias, oh dios de la computación! Corregiré mi camino y me dedicaré a escribir el buscaminas.
+
+EL DIOS DE LA COMPUTACIÓN
+
+¡No creas que te vas a librar tan fácilmente! ¡Yo te maldigo! Por querer corregir todo error humano y con ello, privarles de la virtud de aprender de sus errores y hacer de las máquinas dioses, yo te castigo. Tus programas serán populares en el mundo entero, pero todos tus usuarios te odiarán por cualquier bug. Cualquier programa tocado por ti frenará el más potente superordenador y Moore no te salvará.
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¿Pero eso quiere decir que me puedo forrar igual, no?
+
+EL DIOS DE LA COMPUTACIÓN
+
+Por tu insolencia, ¡añado que las mujeres te ignorarán a ti y a los de tu especie!
+
+EL JOVEN BILL GATES
+
+¡NOOOOOOOOOOOOOO!
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+Mariano era un programador. No era el mejor, ni tampoco el peor. Había aprendido poco a poco, por su cuenta, hasta que un día descubrió que se podía ganar la vida con ello. Acabó trabajando en un olvidado engranaje del gobierno, programando poco a poco, día a día, tranquilamente.
+
+Mariano era el responsable de un pequeño programa que tomaba decisiones muy simples sobre gastos de un departamento muy pequeño de una subdelegación de un pequeño departamento que no estaba en boca de todos. Una vez al mes, alguien pulsaba un botón en el programa de Mariano y el presupuesto se repartía. No era un reparto particularmente ingenioso o eficiente, pero funcionaba- bueno, de cuando en cuando había algún problema pero Mariano siempre estaba ahí para resolverlo.
+
+Pero era un programa que ahorraba a un subsecretario hacer una hoja de cálculo tediosa, y si bien Mariano no se podía sentir orgulloso al lado de los gigantes de la informática que consiguieron hacernos felices acariciando cristales, sabía que su programa ayudaba a alguien, y eso le hacía feliz.
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+El programa funcionaba, y un día el subsecretario se lo explicó a otro subsecretario mientras jugaban al pádel. El primer subsecretario concertó una reunión inmediata entre el segundo subsecretario y Mariano, para ver si éste podría ayudarle a automatizar unas cosas de su departamento, que le quitaban mucho tiempo.
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+Mariano le escuchó y le propuso un par de ideas, y vio como el segundo subsecretario asentía con la mirada perdida. Mariano le preguntó un par de cosas, y el segundo subsecretario le dijo que no lo veía claro, que qué proponía Mariano. Su propuesta le pareció fantástica, y al poco tiempo Mariano recibió una nota de que ampliase su programa para manejar las tareas del segundo subsecretario.
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+En un par de días, Mariano tenía un prototipo. Se lo enseñó a la ayudante del segundo subsecretario, que le hizo un par de correcciones pero que parecía contenta. Mariano era feliz, por fin su programa hacía más cosas. Estuvo unos días ocupado y al final el programa fue capaz de asumir muchas funciones del segundo subsecretario.
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+Mariano tenía ahora un poco más de trabajo, pero las funciones del primer programa ya estaban bastante pulidas y se podía dedicar casi plenamente a los problemas de la nueva funcionalidad.
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+El segundo subsecretario decidió pasarse al golf, donde podía codearse con adjuntos superiores. Estos, sorprendidos por el hecho de que un subsecretario jugase a golf con ellos, no tardaron en interrogarle y descubrir las bondades del programa de Mariano.
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+Pronto estos iniciaron un proyecto conjunto, con un presupuesto generoso para ampliar el programa de Mariano. Le ayudaron a contratar unos cuantos programadores más para ayudarle y que pudiese asumir más funcionalidades dentro del gobierno.
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+Mariano titubeó. Él, un simple programador autodidacta, liderando un proyecto para automatizar los trabajos de varios adjuntos superiores. Sin embargo, vio cómo confiaban en él y asumió el reto.
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+Fue complicado, pero resultó ser que Mariano era especialmente habilidoso entendiendo los problemas y proponiendo soluciones que los adjuntos aceptaban con la mirada perdida, y que luego sus ayudantes le acababan de corregir. Mariano iba interiorizando cómo funcionaba el gobierno, y cada vez le resultaba más simple extender el programa.
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+Había problemas, sí; los gobiernos no son organismos simples, pero Mariano y sus ayudantes iban encontrando soluciones y haciéndolo funcionar todo.
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+Pero un día, Mariano se dio cuenta de algo. Tenía un problema con un pequeño módulo que tenía que lidiar en un problema interdepartamental, y no encontraba manera de hacerlo. Preguntó a los viceadjuntos medios, que eran los únicos que quedaban por las oficinas, removiendo sus cafés con la mirada perdida, pero pronto vio que no sabían cómo funcionaba el programa de Mariano y que mucho menos podrían resolverle el problema.
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+Mariano preguntó y preguntó, pero todo el mundo parecía haber olvidado qué problemas resolvía el programa de Mariano, y mucho menos cómo lo hacía.
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+Mariano y sus programadores discurrieron durante un par de días y al final hallaron una solución. No les complacía demasiado, pero era la única que tenían. En un par de semanas la tuvieron lista, pero estaban un poco preocupados porque no sabrían si era correcta o si funcionaría bien.
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+Pensaron que si fallaba, alguien se quejaría, ¿no? Con cierta preocupación, pulsaron el botón que la puso en marcha.
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+Pasaron semanas, y no sólo nadie se quejó, sino que seguían lloviendo carpetas con más tareas a automatizar. Con cierto orgullo, Mariano y sus programadores- que cada vez eran más- seguían automatizando y automatizando.
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+Como pequeñas hormiguitas, un día, un submódulo del programa de Mariano emitió un mensaje que el propio Mariano había programado como pequeña broma para sí mismo. Todos los departamentos del gobierno habían sido automatizados. El programa de Mariano había asumido el control.
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+Las cosas ni iban ni mejor bajo el programa de Mariano. Siento tener que explicar que este cuento no es ni una utopía ni una distopía. El gobierno iba tirando como antes, si acaso, las pistas de pádel y de golf estaban algo más ocupadas.
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+Hasta que un día, Mariano cayó en algo. Sólo él realmente sabía cómo encajaba todo. Sus programadores conocían algún módulo, pero eran muchos módulos y muchos programadores, algunos de los cuales ni se conocían, pero Mariano les conocía a todos, y podía ver sus líneas de código en sus sueños. ¡Qué funcional bucle el de Javier! ¡Qué adecuada subrutina la de Antonia!
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+Mariano así, con la ayuda de sus programadores iba retocando el programa. El mundo seguía igual, pero el programa de Mariano exigía sus horas de mantenimiento. Ya hasta los programadores de Mariano comenzaban a tener la mirada un poco perdida, picando teclas con eficiencia, como Mariano les había enseñado; resolviendo las incidencias de los módulos con cariño, como Mariano les había mostrado.
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+Los programadores de Mariano eran extensiones de Mariano; con peinados y colores de ojo diferentes, pero eran Mariano. El gobierno, así mismo, se había convertido en Mariano, o quizás en el programa de Mariano, y no había nada que se escapase de sus millones de líneas de código, ni especialmente eficientes ni especialmentes elegantes, pero funcionales, como le gustan a Mariano.
+
+Hasta que un día, uno de los programadores de Mariano descubrió un pequeño fallo en el programa de Mariano. Una pequeña subrutina tenía un sutil defecto, que hacía que el conteo de vacaciones no se realizase correctamente. El único afectado, curiosamente, era Mariano. Al corregirlo, el sistema sufrió un pequeño desbordamiento, que pudieron resolver entre un par de programadores. Tras un par de días de impresión, le entregaron a Mariano una pequeña pila de papel continuo con el cálculo exacto de días de vacaciones que tenía pendientes.
+
+Mariano, que había aprendido a confiar en su programa como todo el mundo en el país, miró un segundo al infinito y lo aceptó. Avisó al programa de Mariano que en un par de semanas se cogería vacaciones y así lo hizo.
+
+Llevaba ya un par de años de vacaciones sin sobresaltos, pero con la mirada un poco perdida eso sí, cuando le llegó un telegrama. Miro al cielo, puso el telegrama otra vez en la mesa y pensó para sus adentros:
+
+-Que lo resuelva Mariano, que yo estoy de vacaciones.
--- /dev/null
+Se hallaba como otras tantas veces en frente de la temida página en blanco. No sabía qué escribir. Le daba vueltas, buscando una idea. Eso ya lo había escrito. Eso otro ya lo había escrito mejor otro.
+
+Dejó volar su imaginación. Su alma de juntaletras voló por la estratosfera hacia el norte. Vio a lo lejos las luces, la torre Eiffel. “¡Eso es!”, pensó, “Paris, la ciudad del amor y los poetas”. Descendió a toda velocidad y pronto se encontró en su orilla preferida del Sena.
+
+-¡No empuje!
+
+-¡Sin colarse, eh!
+
+Eran escritores, de eso no le cabía la menor duda. Las gafas, los Macs bajo el brazo y, sobre todo, sus egos les delataban.
+
+-La cola acaba ahí, a esperar como todos.
+
+Se giró y la vió. “Inspiración a orillas del Sena” rezaba el letrero más adelante. Se dirigió al plumilla que tenía más cerca.
+
+-Oye, ¿qué es esto? Vengo muchísimo por aquí y nunca había visto esto.
+
+-Ya, lo pusieron el verano pasado. Venimos tantos que al final es normal. Por mucho que la imaginación sea infinita, al final todos recalamos aquí y han decidido hacer algo con las aglomeraciones.
+
+-Pero este es el pasaje que necesito. No puedo esperar a esa cola. Mis personajes tienen que darse un paseo por aquí para que el lector se ambiente.
+
+-¿Pareja de enamorados?
+
+-Sí.
+
+-Los míos llevan 20 años casados y han venido aquí a encontrarse a sí mismos.
+
+-¡Qué tópico!- saltó uno algo más atrás- Los míos son un vampiro y una humana y él la trae aquí por primera vez para…
+
+Alguien le tiró una piedra y se oyeron unas cuantas carcajadas.
+
+-Oye, en serio, que lo mío es original…
+
+Le interrumpieron más risas.
+
+-¡Sí sí, y lo mío!- tenía en su mirada la pesadez de quien escribe por encargo- Mire, calle un rato y haga la cola. Si no le gusta, flote por ahí hasta encontrar algo más bonito y que enganche a sus lectores.